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teórico para la categoría de
Cinturón Amarillo
DAN-GUN: Proviene de un
Santo llamado Dan-Gun, fundador legendario de Corea en el año 2333 A.C.
LA HISTORIA DEL TAEKWON-DO
(Taekwon-Do Yoksa)
A pesar de que los orígenes de las artes marciales estén rodeados de misterios,
consideramos que desde tiempos inmemoriales hubieron acciones físicas que
implicaban el uso de las manos y de los pies para un propósito de autodefensa.
Si tuviéramos que definir éstas acciones físicas como Taekwon-Do, todos los
países podrían presentarse como los inventores del Taekwon-Do. Sin embargo, hay
pocas semejanzas entre el Taekwon-Do que se practica hoy, y las formas primarias
de combate desarmado desarrolladas en el pasado.
El Taekwon-Do moderno se diferencia mucho con las otras artes marciales. En
realidad, ningún otro arte marcial es tan avanzado en lo que se refiere a la
sofisticación y a la eficacia de sus técnicas o al bienestar físico general que
genera en los practicantes.
Es un error pensar que todas las acciones físicas realizadas utilizando la mano
y el pie para la autodefensa son Taekwon-Do, puesto que las teorías, la
terminología, las técnicas, el sistema, los métodos, las reglas, el traje de
práctica, y el fundamento espiritual fueron científicamente desarrollados,
sistematizados, y denominados por el autor. Sólo los que practican técnicas
basadas sobre las teorías, los principios y la filosofía del autor pueden ser
considerados como verdaderos
estudiantes del Taekwon-Do.
¿Cuándo y dónde empezó el Taekwon-Do?
Un conjunto de circunstancias hicieron posible que se origine y desarrolle el
Taekwon Do. Además de mi conocimiento anterior de Taek Kyon, tuve la oportunidad
de aprender el Karate en Japón durante los tristes 36 años que mi país estuvo
ocupado por los japoneses. Poco después que Corea fuera liberada en 1945, me
encontré en la posición privilegiada de ser miembro fundador de las recién
formadas Fuerzas Armadas de Corea del Sur. Así por un lado adquirí un sentido de
creación y por otro lado obtuve el poder para diseminar el Taekwon-Do a través
de todas las fuerzas armadas a pesar de una furiosa oposición.
El surgimiento del Taekwon-Do como un arte marcial internacional en un corto
plazo se debe a varios factores. Los demonios de la sociedad contemporánea
(corrupción moral, materialismo, egoísmo...) han creado un vacío espiritual. El
Taekwon-Do era capaz de compensar éste sentimiento de vacío, decadencia y falta
de confianza.
Además eran tiempos muy violentos, cuando el pueblo sentía la necesidad de
dominar un método de protección, la superioridad de la técnica del Taekwon-Do
llegó a ser muy reconocida. Mi status social, las ventajas de ser el fundador
del Taekwon-Do y mi buena salud también contribuyeron al rápido crecimiento del
Taekwon-Do por todo el mundo.
Mi práctica de las artes marciales hicieron mucho para mejorar la salud que Dios
me dio. Nací enclenque y débil y mi profesor de caligrafía me incitó a aprender
el Taek kyon cuando tenía 15 años. En 1938, pocos días antes de salir de Corea
para ir a estudiar a Japón ocurrió un incidente imprevisto, en el cual fuí
implicado y que mi regreso a Corea me haría correr el riesgo de represalias en
mi contra.
Decidí llegar a ser cinturón negro de Karate cuando estaba en Japón.
Pensaba que esas técnicas constituían una protección suficiente contra los que
quisieran hacerme daño. No podía regresar a Corea y además yo inicié más tarde
el movimiento de liberación nacional conocido como el incidente de los soldados
estudiantes de Pyongyang. Me pusieron en una prisión militar japonesa durante
cierto tiempo. En enero de 1946, recibí el grado de subteniente en la recién
nacida república de Corea y fui destinado al 4º regimiento de infantería de
Kwangju, en la provincia de Cholla del sur como comandante de compañía. Empecé a
enseñar el Karate a mis soldados como medio de entrenamiento físico y mental.
Entonces comprendí que teníamos que desarrollar nuestro propio arte marcial
nacional, superior en espríritu y técnica al Karate japonés.
Estaba fuertemente convencido de que el hecho de enseñarlo por todo el país me
permitiría realizar la promesa que había hecho a mis tres compañeros, quienes
compartieron mi encarcelamiento por causa de los japoneses.
La razón por la cual nuestro pueblo sufre así en las manos de los japoneses,
dije yo, es que nuestros antepasados fallaron en dirigirnos con sabiduría. Han
explotado al pueblo y, finalmente, perdieron el país ante la dominación
extranjera.
Si un día recuperamos nuestra libertad e independencia, no seamos los dirigentes
del pueblo. Al contrario dediquémonos a aconsejar a los que gobiernan.
Fue con esa ambición que empecé a desarrollar nuevas técnicas, en forma
sistemática a partir del mes de marzo del mismo año.
Al final del año 1954, casi había terminado de fundar un nuevo arte marcial para
Corea, y el 11 de abril de 1955, éste arte recibió el nombre de "TAEKWON-DO".
A nivel espiritual, el Taekwon-Do es el resultado de los principios
tradicionales, éticos y morales de Oriente, además, claro, de mi filosofía
personal.
Aunque sólo mido 5 pies de alto, me enorgullezco por haber vivido en
concordancia estricta con mis convicciones morales.
Traté de luchar del lado de la justicia sin ningún temor.
Esto me fue posible gracias a la formidable potencia y al espíritu indomable
instigados por el Taekwon-Do.
Las técnicas físicas del Taekwon-Do se basan sobre los principios de la ciencia
moderna en particular de la física de Newton quien nos enseña el modo de generar
máxima potencia. También fueron incorporadas las tácticas militares de ataque y
defensa.
Quisiera precisar que, aunque el Karate y el Tae Kyon fueron utilizados como
referencia en el curso de mi estudio, las teorías y los principios fundamentales
del Taekwon-Do son totalmente diferentes de las otras artes marciales del mundo.
En marzo de 1959, llevé al equipo militar para dar una demostración de
Taekwon-Do por el extranjero. Visitamos Vietnam del Sur y Taiwán. Fue el primer
viaje de éste tipo en la historia de Corea. En esa ocasión, reiteré mi
resolución de dejar mi legado personal al mundo, bajo la forma del Taekwon-Do, y
formulé los ideales básicos siguientes para los practicantes:
1) Desarrolla una mente recta y un cuerpo fuerte, para darte la confianza, para
estar siempre del lado de la justicia.
2) Debemos unirnos con todos los hombres en una hermandad de sangre sin
importarnos la religión, raza, nacionalidad o fronteras ideológicas.
3) Debemos dedicarnos a construir una pacífica sociedad donde la justicia,
moralidad, la honestidad y el humanismo prevalezcan.
También me resolví a dedicarme a la difusión mundial del Taekwon-Do con mi
sincera esperanza de que ésto proveerá la unificación de mi dividida madre
patria. Mi estudio del Taekwon-Do fue de dos tipos, disciplina espiritual y
perfección técnica. Porque el espíritu humano pertenece al reino metafísico, lo
que quiero significar al hablar de disciplina espiritual no es facil de
describir. No se puede tocar, ver o entender el espíritu del hombre.
Es más profundo y ancho que todo lo perceptible. Con respecto a eso yo mismo
sólo soy un estudiante que participa en un proceso contínuo y nunca termino de
estudiar. LLegué a definir las dimensiones espirituales del Taekwon-Do como el
hecho de fusionarse con los ideales del Taekwon-Do y llegar a comprender el
sentido completo de las formas del Taekwon-Do.
Si nos consideramos u no con el Taekwon-Do , lo respetaremos tal como respetamos
nuestro cuerpo y nunca se empleará el Taekwon-Do de un modo deshonroso. Los
nombres de las Formas provienen de los personajes más famosos que produjeron los
casi cinco mil años de la historia Coreana. Una comprensión Correcta de las
formas lleva inevitablemente a apreciar que el Taekwon-Do es un arte marcial que
solo se utiliza para la autodefensa y por la causa de la justicia.
La Historia de Corea no contiene ni un ejemplo en el cual sus fuerzas militares
hubieran sido empleadas para invadir a su vecino o para un propósito que no sea
defensa nacional. En el aspecto técnico, he creado una amplia variedad de
técnicas que se pueden utilizar en casi todas las situaciones. Se basan sobre
los siguientes principios:
1. Cada movimiento tiene Como objetivo producir la potencia máxima de acuerdo
Con las fórmulas científicas y el principio de energía cinética.
2. Los principios detrás de las técnicas tienen que ser tan claros que aun los
no conocedores del Taekwon-Do sean capaces de distinguir un movimiento correcto
de otro incorrecto.
3. La distancia y el ángulo de cada movimiento deben ser exactamente definidoS a
fin de realizar un ataque o una defensa más eficaz.
4. El propósito y el método de cada movimiento tienen que ser sencilloS y
claroS, para facilitar sus enseñanzas y el proceso de aprendizaje.
5. Métodos de enseñanza racionales deben ser desarrollados para que todoS,
jóvenes y viejos, mujeres y hombres puedan gozar de los beneficios del
Taekwon-Do.
6. Métodos correctos de respiración tienen que ser enseñados, incrementando la
velocidad de cada movimiento y reduciendo el cansancio.
7. El ataque debe ser posible contra cualquier punto vital del cuerpo y debe ser
posible defenderse contra todas las variedades de ataque.
8. Se debe definir cada herramienta de ataque claramente y en función de la
estructura del cuerpo humano.
9. Cada movimiento debe ser fácil de ejecutar permitiendo a los estudiantes
disfrutar el Taekwon-Do también como un deporte y una recreación.
10. Hay que dar una consideración especial a la promoCión de la salud ya la
prevención de las lesiones.
11. Cada movimiento tiene que ser armonioso y rítmico para que el Taekwon-Do sea
estéticamente agradable.
12. Cada movimiento de una forma debe expresar la personalidad y el carácter
espiritual del personaje del que tomó su nombre.
La adhesión a estos principios básicos es lo que hace del Taekwon-Do un arte
marcial, un arte estético, una ciencia y un deporte.
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